En Workday,definimos la implicación del empleadocomo el grado de conexión que un empleado tiene con su trabajo, sus compañeros y la empresa en general. Si los empleados se sienten desconectados, todos los aspectos del rendimiento de la empresa se verán afectados. Para evitarlo, hemos recopilado los tres insights más significativos del informe con el fin de apoyar a los líderes empresariales a la hora de promover mayores niveles de implicación.
Cómo mejorar la implicación ante la incertidumbre económica
Los analistas predijeron una recesión desde el inicio de la pandemia mundial; aun así, tres años después, nuestro futuro económico sigue sin estar claro. En el tercer trimestre de 2022, Estados Unidos experimentó un pequeño aumento (2,9 %) del producto interior bruto (PIB), en vez de disminuciones consecutivas. Asimismo, los indicadores habituales de recesión no se están manifestando.
Sin embargo, muchas empresas siguen preparándose para lo peor. Más de una quinta parte de los encuestados afirma que las dificultades económicas y la posible recesión repercutirían enormemente en los RRHH en 2023. De la misma manera, la mayoría se muestra de acuerdo (31,49 %) o muy de acuerdo (7,87 %) con la afirmación de que su empresa se está preparando para una recesión.
Como es comprensible, la inminente tormenta está generando ansiedad y estrés en los empleados. En la misma encuesta, se determinó que los tres mayores retos para mantener la implicación de los empleados son el desgaste profesional (23,32 %), la conciliación de la vida laboral y la personal (19,53 %) y la falta de implicación directa de los equipos de liderazgo con los empleados (16,33 %). Abordar estos problemas de forma directa no solo mejorará la implicación, sino que también promoverá una cultura más positiva y productiva de cara al futuro.
1. Personalice la experiencia del empleado
Uno de los principales factores que está provocando el desgaste de los empleados actualmente es el nivel de incertidumbre. Existe incertidumbre sobre el estado de la economía global, el rendimiento empresarial y, lo que es más importante, el papel que un solo empleado desempeña en el éxito continuo de la empresa. Si un empleado se percibe como un simple engranaje más, es posible que su implicación sea menor. Por ello, la personalización es esencial.